La primera regla para elegir un buen aceite de oliva es saber si se obtiene por medios mecánicos o químicos. Cuando se extrae por medios mecánicos se considera aceite puro ya que se obtiene directamente de la trituración de la aceituna. Este tipo de aceite de oliva se puede clasificar como Virgen o virgen extra, según el grado de acidez.
Cuando el "aceite de oliva" se obtiene por medios químicos se llama aceite de oliva refinado, esta "cosa" que llaman aceite de oliva se obtiene industrialmente procesando el orujo de oliva. Este subproducto (orujo de aceituna) no es más que los restos de la primera extracción: una pulpa prácticamente sin vida, compuesta esencialmente por numerosos huesos y aceite de oliva no apto para el consumo.
La producción de aceituna sólo comienza a disminuir en los olivos cuando superan los cien años.
En Grecia y Medio Oriente es posible encontrar olivos que tienen 3 mil años.
El aceite de oliva tiene 3 grandes enemigos: la luz, el aire y el calor. Para estar protegido y mantener sus propiedades el mayor tiempo posible se debe almacenar en botellas o bombonas de vidrio oscuro, bien cerrados y almacenados en un lugar donde no haya muchas oscilaciones de temperatura, preferiblemente entre 15 y 18ºC.
El aceite de oliva virgen extra es un alimento que contribuye a la salud del estómago. Cuando se ingiere crudo, crea una película protectora en las paredes del estómago, ayudando a tratar úlceras y problemas de gastritis. A diferencia del aceite de oliva refinado y de los aceites comunes, provocan graves trastornos digestivos a corto y medio plazo.
El aceite de oliva virgen extra previene la aparición de osteoporosis. La Universidad de Córdoba en España reveló que este tipo de aceite de oliva es rico en oleuropeína, una sustancia que estimula las células responsables de la formación del tejido óseo. Por tanto, consumir este tipo de aceite de oliva puede ayudar a reponer la masa ósea, que comienza a disminuir a partir de los 30 años.
El aceite de oliva virgen extra beneficia el buen funcionamiento de nuestra memoria. Un estudio realizado en Estados Unidos en la Universidad de Temple por el profesor Domenico Praticò demostró que el uso de este tipo de aceite de oliva tiene la capacidad de "limpiar" las neuronas, previniendo o reduciendo los síntomas. de las enfermedades de Alzheimer y Parkinson.